Sobre el Juego (I)
EL JUEGO SEGÚN DISTINTOS INVESTIGADORES Y PENSADORES
1- ¿DE QUE HABLAMOS CUANDO DECIMOS JUEGO? (wikipedia)
J.HUIZINGA: Notable historiador holandés que hacia 1938 pudo arribar a la primera definición sistemática, adquiriendo por este logro -y por la obra Homo Ludens- el mérito de ser considerado padre intelectual del tema.
El juego es una acción o actividad voluntaria realizada en ciertos límites fijos de tiempo y lugar, según una regla libremente consentida pero absolutamente imperiosa, provisto de un fin en sí acompañado de una sensación de tensión y de júbilo y de conciencia de ser de otro modo en la vida cotidiana.
ROGER CAILLOIS: La función propia del juego es el juego mismo. Ocurre que las actitudes que ejercita son las mismas que sirven para el estudio y para las actividades serias del adulto (…). Es una característica del juego, no crear ninguna riqueza, ninguna obra. Por esto se diferencia del trabajo del arte. Al final de la partida todo puede quedar igual que como estaba, sin que haya surgido nada nuevo.
J. CHATEAX: El niño de tres años es llevado a jugar por una tendencia invisible, sabe porqué juega; es por consiguiente en los motivos, donde conviene buscar el principio motor del juego.
F. BUYTENDIJK: Tanto el animal como el hombre juegan con imágenes: la imagen es la expresión misma del carácter “pathico”, que el juego proyecta sobre la realidad; es esencialmente ficción, combinación espontánea y símbolo.
W.M. WUNDT: El juego es el trabajo del niño, no hay forma de juego que no encuentre su modelo en alguna ocupación seria que le precede en el tiempo.
F. SCHILLER: Quede bien entendido que el hombre sólo juega en cuanto es plenamente tal, y sólo es hombre completo cuando juega.
A. ABERSTURY: El mundo lúdico se origina en los primeros juegos de pérdida y recuperación, encuentro y separación.
J. ORTEGA Y GASSET: El juego es un esfuerzo, pero que no siendo provocado por el premioso utilitarismo que inspira el esfuerzo impuesto por una circunstancia del trabajo, va reposando en sí mismo, sin ese desasosiego, que infiltra en el trabajo la necesidad de conseguir a toda costa su fin.
H. WALLON: En el juego puede entrar la exigencia y la liberación de cantidades mucho más considerables de energía que las que insumiría una tarea obligatoria.
(…) la característica del juego en el adulto parece residir en el “permiso”.
S. LEBOVICIC-DIATIKINE: El juego es una expresión del llamado al otro y en particular al adulto, al que el niño imita o contraría y al que luego reemplaza por la regla del juego.
MELANIE KLEIN: Los juegos y las fantasías en que se basan, son elaboración de la escena primitiva.
D. W. WINNICOTT: El jugar tiene un lugar y un tiempo(…) No se encuentra “adentro” (…) Tampoco está afuera (…) Jugar es hacer (…) Es bueno recordar siempre que el juego es por sí mismo una terapia (…) En él, quizás sólo el niño o el adulto están en libertad de ser creadores.
S. FRAIBERG: El juego es un sitio donde los sueños prohibidos pueden renovarse eternamente, donde la magia y la omnipotencia pueden practicarse sin daño, donde los deseos traen su propia gratificación.
R. D. LAING:
Están jugando un juego.
Están a que no juegan un juego.
Si les demuestro que veo que están jugando, quebraré las reglas
y me castigarán.
Debo jugarles el juego de no ver que veo el juego.
LIN YUTANG: Lo que define al juego es que se juega sin razón para jugar. Jugar es razón suficiente, en el está el placer de la acción libre, sin trabas, con la dirección que el jugador quiere darle que tanto se parece al arte, al impulso creador.
JEAN BAUDRILLARD: La regla no tiene sujeto, y la modalidad de su enunciación poco importa; no se la descifra, y el placer del sentido no existe – lo único que cuenta es su observancia y el vértigo de su observancia. Esto distingue también la pasión ritual del juego y su intensidad, del goce que se deriva de la obediencia a la ley o de su transgresión.
2- LOS QUE SIEMPRE SABEN A QUÉ JUGAR (fragmento)
Patricia M. Sarlé. Universidad de Buenos Aires. Universidad Nacional de Quilmes
Aunque en la escuela, “todos son iguales”, como en todo grupo social hay niños que sobresalen y otros pasan desapercibidos; algunos buscan dominar y otros se dejan llevar; algunos tienen grandes ideas y otros las ejecutan. En las salas de jardín también podemos encontrar estas diferencias en los momentos de juego. Y a menos que se juegue sólo o de a dos, en los pequeños grupos siempre hay uno que dice a qué jugar y organiza el juego.
Llevar la pelota para el fútbol, conocer el argumento de la serie o dibujo, ser poseedor de algún juguete nuevo, o simplemente conocer las reglas de un juego tradicional, pareciera convertir a los nenes en líderes para iniciar y sostener los juegos espontáneos dentro o fuera de la sala. Estos liderazgos no suponen una actitud de competencia o dominación de unos sobre otros. Pareciera ser que frente al tiempo disponible para jugar, los que tienen la idea son rápidamente aceptados como iniciadores del juego y seguidos durante el mismo.
En el juego, todos pueden ser protagonistas. Chicos que en la sala son señalados como distraídos o con dificultades para participar, en situaciones de juego asumen actitudes de liderazgo y muestran procesos de construcción del conocimiento social sumamente ricos. Con respecto a uno de ellos, su maestra expresaba: “su problema es que no atiende, pero jugar… juega muy bien”. El nene en cuestión, pasaba gran parte del día escolar, distribuyendo roles o proponiendo temas de juego. Muchos de ellos se concretaban en el juego libre, otros quedaban como propuestas posibles que se retomaban en la primera oportunidad. Estos líderes parecen resultar sumamente necesarios especialmetne en el juego libre o espontáneo. Cuando no aparecen es común observar a los chicos deambular por el patio, jugar en solitario o a lo sumo en parejas. En una de las salas, la maestra asumía este rol y proponía juegos alternativos a los chicos que veía dispersos o corriendo sin rumbo.
Probablemente, estas apreciaciones no respondan a una teoría sobre el liderazgo en grupos sociales, pero pueden ayudarnos a discriminar, cómo se van entretejiendo las relaciones interpersonales en el juego, y cómo van generándose nuevas alternativas en los grupos, más allá de los aspectos referidos a la personalidad individual.
3 – LOS JUEGOS TRADICIONALES Y SUS PROYECCIONES PEDAGOGICAS (fragmento )
Lic. María Regina Öfele
…El hecho de reactivar los juegos tradicionales no es un grito de melancolía por un pasado que no vuelve, sino que implica ahondar y profundizar en nuestras raíces y poder comprender así mejor nuestro presente. “Los juegos tradicionales son indicados como una faceta –aún en niños de ciudad- para satisfacer necesidades fundamentales y ofrecer formas de aprendizaje social en un espectro amplio.” (Trautmann, 1995)
– Algunos juegos tradicionales posibles de incluir dentro del ámbito pedagógico institucional pueden ser: la pelota, el trompo, las bolitas, la mancha, el rango, el gallo ciego, la rayuela, rondas, yo-yo, la soga, juegos de hilo, etc. Las posibilidades no se acaban en estos ejemplos. A su vez, varios de estos juegos tienen múltiples variaciones como la mancha, la rayuela, las diferentes rondas, la pelota, las bolitas.
– Si tomamos como ejemplo la mancha que tiene su origen en el antiguo derecho de los criminales perseguidos de asilarse en iglesias, que al entrar en una iglesia clamaban “a la iglesia me llamo” y sólo podían ser extraídos con licencia especial de autoridades eclesiásticas (Plath, 1998). La mancha tiene diferentes variaciones posibles de jugarla e incluso de inventar nuevas posibilidades, así por ejemplo, están: mancha venenosa, mancha sentada, mancha pared, mancha congelada (Öfele, 1998).
– En cuanto a juegos de pelota que corresponden a los juegos más antiguos, con hallazgos entre los antiguos egipcios y chinos, teniendo en Europa antigua relaciones estrechas con el culto y considerada también como un juego eminentemente cósmico (Öfele, 1998), podemos jugar una multiplicidad de juegos y crear otros, tanto entre pocos niños como conformando equipos más numerosos. En esto, la gama es muy amplia, incluso si consideramos los diferentes materiales –y tamaños – de los cuales podemos confeccionar nosotros mismos la pelota, o adquirirla en algún lugar (de trapo, papel, goma, cuero, plástico).
– El trompo, lleno de simbología y al cual se le atribuyeron diferentes características mágicas, es un juguete y un juego con variadas posibilidades. Los indios Hopi prohibían este juego a los niños y niñas durante las tormentas de verano, porque temían que con el juego los niños podrían estropear inútilmente la cosecha al atraer con el trompo espíritus del viento. En India, por el contrario, en una zona donde las lluvias eran escasas, estas energías mágicas del trompo eran utilizadas positivamente: se dejaban danzar trompos dado que el zumbido de los mismos atraerían así la lluvia, asemejándose al ruido de los truenos en la lejanía. En Malasia, por otro lado, sólo se permitía jugar en primavera, coincidentemente con la época de siembra (Holler, 1989). El trompo puede tener diseños variados, con púas de diferente largo, siendo los conos también diferentes pudiendo ser chatos, con o sin cordel. Hay diversos juegos que se pueden organizar con el trompo, según también sea el modelo y la cantidad de participantes, trazando incluso recorridos y mapas para los trompos. En Malasia se organizan torneos entre equipos integrados por adultos, con una reglamentación detallada.
– Las interpretaciones del juego de la rayuela y sus orígenes son varias, pero en algunos casos están relacionados. Rodrigo Caro menciona la presencia de este juego en Roma y la señora de Gomme cree ver en el antiguo foro romano las líneas borrosas de los trazados de las antiguas Rayuelas, también hay datos que refieren la presencia de este juego en la antigua Grecia. La señora de Gomme considera que la rayuela representaría el avance del alma de la tierra al cielo, pasando por varios estadios intermedios. Pero como autores como Rodrigo Caro consideran que el juego existió ya antes del Cristianismo, se supone que la versión del juego actual responde a una forma adaptada por el cristianismo, estando su origen más remoto en estrecha relación con los mitos del laberinto (Menéndez, 1963). Si bien el diagrama básico de la rayuela siempre se mantiene, hay algunas variantes. Básicamente son siempre un rectángulo dividido en una cantidad que oscila entre 9 y 16 casilleros, coronado por un semicírculo (que se denomina Cielo o Paraíso) que es el objetivo último de todos los jugadores. Pero también existen la rayuela circular o víbora, que adquiere este nombre justamente por la forma.
– El juego de las bolitas según algunos estudios tiene su origen en las eras postneolíticas. Se han encontrado bolitas en tumbas infantiles de la zona del Nilo. También se encontraron bolitas en excavaciones del tiempo de las cavernas. Hay numerosas modalidades de juego diferentes. En algunos casos hay hoyitos en donde hay que ir embocando las bolitas, en otros casos se trazan triángulos o círculos en el piso y cada jugador trata de sacar fuera del campo a las bolitas del adversario y los jugadores pueden ganar todas las bolitas o perderlas (con la esperanza de volver a ganarlas en otra partida).
– En cuanto a la pallana se puede afirmar que ya era común en Grecia y en Roma. Platón (429-347 a.C.) lo menciona en Phedro, en Roma , Julio Pólux (135-188) gramático y sofista griego, lo describe en el Onomasticón. Por siglos se utilizaban porotos en ceremoniales, con fines adivinatorios. El juego es con cinco piezas (piedras uniformes, bolitas, granos de maíz, etc.) Se toman con una mano lanzándolas hacia arriba y recogiéndolas al vuelo con la palma de la mano hacia abajo sin que ninguna se caiga. Se repite dejando caer cuatro y la que queda en el dorso de la mano, se la impulsa nuevamente hacia arriba para recoger las otras, sin perder la que se cae. Sobre esto hay diversas variaciones.
– Estos juegos mencionados aquí, son sólo a modo de ejemplo, podría seguir enunciando más, donde cada uno de ellos ofrece una amplia variedad de posibilidades, lo que llevaría a un capítulo en sí mismo por cada uno. En cada uno de estos juegos, como ya se mencionó antes, se pueden trabajar una cantidad de facetas (los diferentes nombres según la zona, las reglas del juego, el entorno –sobre el cual podemos rescatar diferentes focos-, la historia del juego con sus diferentes versiones, su inclusión en el arte y literatura, etc.) que nos llevan a una profundización y a una apertura de un abanico en cuanto al conocimiento y enriquecimiento especialmente en lo que respecta a lo cultural de diversas regiones. Todos estos juegos responden a necesidades vitales de los niños: movimiento, cooperación, intercambio social, comunicación con los demás (tanto entre niños como con los adultos mayores quienes en muchas oportunidades son los que les transmiten estos juegos) y por sobre todo el placer de jugar. Pero lo más importante es que estos juegos que tanto responden a necesidades de los niños –y del hombre en general-, no sólo del pasado sino también de la actualidad, puedan seguir teniendo un espacio y un tiempo, rescatando así otros valores -intrínsecos a los juegos tradicionales-, que de otra manera, corren el riesgo de perderse.
Lic. María Regina Ofele Patricia M. Sarlé y otros
varias publicaciones
http://wikipedia.org/wiki/Wikipedia