Rítmica corporal
(Jaques Dalcroze – Iniciación al ritmo).
Ritmo
La palabra “ritmo” deriva del griego rhein: fluir, Pantarnhei, al decir de Heráclito, o sea: todo fluye, corre, todo se halla en constante movimiento, en eterno cambio, en interrumpida metamorfosis. Trasladando este concepto a lo corporal podríamos decir que el hombre siempre está en movimiento…
Las dos características básicas del ritmo son: 1°) una sucesión de hechos que fluyen de una manera permanente y coherente, 2°) fenómenos parecidos que retornan de un modo eslabonado como si se repitiera lo mismo una y otra vez”. “El concepto de ritmo, tanto del arte moderno como de las ciencias del espíritu, es netamente global y dinámico a la vez. Presupone la existencia de un todo continuo y fluyente que, aunque dividido, lo está de manera tal que todas las partes se integran entre sí.” (Hanebuth, 1968, pp. 17,18)
Movimiento medido, pautado, alternancia acontecimientos. Cada individuo tiene su propio ritmo (tiempo), que depende a la vez de su temperamento y de su educación. (Defontaine, 1978, p. 326) Podemos decir que el ritmo tal y como lo llevamos entendido se inicia con el nacimiento. Más adelante, a partir de los tres meses, puede observarse cómo el niño sentado en cualquier lugar golpea alternativa y rítmicamente con los pies la superficie sobre la que se apoya.
El desarrollo del ritmo requiere la visión de los diversos estímulos ópticos, la audición de los estímulos auditivos y la capacidad de movimientos para seguir el ritmo dado.
Al principio el ritmo del niño es espontáneo, pero a medida que domine los estímulos visuales y auditivos podrá ir practicando un ritmo voluntario y de acuerdo con estímulos externos. (Jiménez ortega; Jiménez De la Calle. 1997, p. 135)
La unidad de extensión de la dimensión temporal es el ritmo, que implica la concienciación de la igualdad de los intervalos de tiempo. Un ritmo constante (cadencia), por tanto, es una serie de intervalos de tiempo iguales, fenómeno que traduce muchos ritmos biológicos en el individuo (circulación, respiración, etc.) y muchos ritmos físicos (rotación de la tierra, fases de la luna, estaciones del año, etc.).
Lo rítmico es una propiedad fundamental de la materia viva, caracterizada por altas, medias o largas frecuencias. Es ciertamente, una propiedad de toda la actividad del niño, una especie de requisito del comportamiento humano, poniendo de relieve el papel del sistema auditivo en los esquemas más generales del pensamiento.
El ritmo sucede en varias áreas del comportamiento: en la motricidad (coordinación de movimientos), en la audición (reconocimiento de estímulos auditivos), en la visión (exploración sistemática del espacio), en los aprendizajes escolares (lectura, escritura, cálculo). La función del ritmo sobrepasa la dimensión temporal, ya que se inserta en todas las manifestaciones de comportamiento, desde las biológicas y las nerviosas a las psicológicas, de ahí su importancia en la observación psicomotora. (Da Fonseca, 1998, p. 220)
Fuente: Breviario. Reseñas, ideas y conceptos de la Psicomotricidad. Dafender y Montenegro