Importancia del movimiento en la exploración háptica
Para comprender el sistema háptico es importante conocer cómo la manipulación de objetos conduce a la percepción de los mismos. El papel de la intencionalidad y del movimiento en percepción es un tema sujeto a controversia ya que mientras algunos investigadores defienden que lo importante está en la información, ya sea adquirida de modo activo o pasivo (Magee y Kennedy, 1980), la mayoria destacan la importancia del tacto activo en el procesamiento de la información háptica (Appelle, 1991: Gibson, 1962; Heller. Rogers y Perry, 1989).
El tacto activo se considera más como un procedimiento exploratorio que como un sentido receptivo (Gibson, 1962). Cuando tratamos de obtener información a través del sentido háptico, movemos los dedos con un propósito determinado y realizamos movimientos adecuados a la información que deseamos extraer. Este modo de proceder realza algunas características de los estímulos a la vez que oscurece otras. Aunque las personas dotadas de visión perciben a través del tacto activo importantes propiedades de los objetos, esta forma de percepción es mucho más importante para los invidentes porque al carecer de visión se basan de manera preferente en el tacto para obtener información e interactuar con el medio.
A pesar de la importancia de la percepción háptica, sólo muy recientemente se ha empezado a considerar la mano y sus componentes, los dedos, como verdaderos órganos receptores. Antes sólo interesaba el estudio de la sensibilidad de la piel aplicando la estimulación de manera pasiva sobre distintas zonas de la misma al considerar los receptores cutáneos como elementos receptores más importantes. En la percepción háptica (tacto activo) se combinan la información tactil y kinestésica para proporcionar al perceptor una información más completa de los objetos de su medio siempre que mueva los dedos con un propósito determinado. Por el contrario, en el tacto pasivo los componentes kinestésicos están ausentes, consistiendo la percepción resultante en la pura recepción de estimulación por parte de un perceptor pasivo en una situación estática.
Soledad BALLESTEROS
Publicado en Psicothema
1993. Vol. 5, nº 2, pp. 311-321