Factores sicomotores básicos
Al decir de Victor da Fonseca: “El sistema Psicomotor humano, emerge de fundamentos filogenéticos y ontogenéticos, se basa en estructuras simétricas del sistema nervioso, comprendiendo el tronco cerebral, el cerebelo, el mesencéfalo y el diencéfalo, que constituyen la integración y la organización psicomotora, fundamentalmente,de la tonicidad, del equilibrio, y de la parte de la lateralidad, y también de estructuras asimétricas, comprendiendo los dos hemisferios cerebrales, que asegúran la organización psicomotora de la noción del cuerpo, de la estructuración espacio-temporal y de la praxia gruesa y fina.
La dinámica sistemática del sistema psicomotor humano requiere la participación dialéctica y total de las tres unidades funcionales del cerebro propuesta por Luria (1975). Este modelo de organización funcional (…), confiere al cerebro la función de la integración, elaboración y expresión del movimientos voluntario.
La primera unidad que comprende las funciones psicológicas vitales de la integración polisensorial y fisiognómica, así como de la atención y de la vigilancia intra-somática, constituye el substrato neurológico de los factores psicomotores de la tonicidad y del equilibrio.
La segunda unidad, que comprende de las funciones psicológicas de análisis, síntesis, almacenamiento, asociación visual, auditiva y táctilo-kinestésica, intra e interneurosensorial, intra e inter-hemisférica, constituye en substrato neurológico de los lóbulos occipital, temporal y parietal responsables de la organización de los factores psicomotores de la lateralidad, la noción del cuerpo, de la estructura espacial y temporal.
La tercera unidad, que comprende las funciones psicológicas de planificación, programación y regulación, tiene por misión transformar la información intra y extra-somática en un proyecto motor y una intencionalidad e incluyes el substrato neurológico de los lóbulos frontales, responsables de la organización de los factores psicomotores de la praxia global y de la praxia fina. (Fonseca, 1985).
Primera Unidad Funcional de Luria:
Tono:
“El tono se manifiesta por un estado de tensión muscular que puede ir desde una contracción exagerada (paratonía) o fuerte (hipertonía) hasta una descontracción en estado de reposo (hipotonía), en el que, aunque de forma muy débil, todavía se percibe una tensión muscular” (Coste citado por Berruezo 1990).
El tono muscular es la condición anterior a la acción, la prepara y la guía; fisiológicamente hablando, puede entenderse como un estado de preparación y disposición al movimiento. Para la realización de cualquier movimiento, es necesaria la participación de los músculos del cuerpo, hace falta que unos se activen o aumenten su función y otros se inhiban o relajen. La ejecución de un acto motor voluntario, es imposible si no se tiene control sobre la tensión de los músculos que intervienen en el movimiento.
Asimismo, el tono toma una importancia relevante como vehículo de las emociones, en él se suceden al mismo tiempo estados de tensión tónica, muestra de angustia, sufrimiento, estrés, etc. y estados de relajación o hipotonía, donde la tensión cesa y se puede entrever el placer de la calma. Así Wallon nos dice que en las impresiones agradables: Es como si el rostro y el cuerpo se hubieran deleitado bajo una ola de tono que al alcanzar cierto nivel se expande en movimientos, de manera que se mantiene un equilibrio constante entre excitación y tono, entre tono y descargas musculares (Wallon, 1965). Un ejemplo de dicho estado es la leve sonrisa que el lactante esboza al terminar el acto de mamar.
Inversamente las sensaciones desagradables, expone Wallon provocan efectos exactamente inversos. El hambre, la necesidad de dormir, el frío (…) hacen que los párpados se cierren fuertemente, la boca se crispe y el niño grite. Hay espasmo más o menos generalizado. (…). El hipertono es causa de malestar. (Wallon, Henri. Los Orígenes del Caracter en el niño. Editorial Lautaro. 1965. pag. 91.
Equilibrio:
El equilibrio corporal es la función por la cual el cuerpo mantiene una posición estable. Esto ocurre gracias a una serie de reacciones y reflejos con los que se modifica el tono muscular, logrando así conservar la estabilidad.podemos diferenciar dos tipos de equilibrio: estático y dinámico; en el primero el sujeto mantiene una postura contra la fuerza de gravedad y, en el otro el individuo está activamente ejecutando alguna forma de movimiento o locomoción, de tal modo que mantenga su centro de gravedad sobre una base de soporte que se modifica constantemente.
En el proceso de equilibración actúan la visión, los reflejos de enderezamiento (iniciado en el oído externo) y los musculares del cuello.
Es importante tener en cuenta que el equilibrio tiene un alto impacto en la realización de las actividades,motrices ya que una falla en el mismo, podría provocar inestabilidad, sensación de tensión, angustia, mareos, etc.
Al incorporar el equilibrio,en los juegos físicos poniendo el cuerpo en distintas posiciones, el adulto le da al niño la posibilidad de conocer su cuerpo y tomar conciencia de él para acomodar sus movimiento y adaptarse al entorno que lo rodea.
Segunda Unidad Funcional de Luria:
Lateralidad:
Para darle una definición a la lateralidad, debemos primero definir el eje corporal éste permite la organización y la orientación del cuerpo en el espacio. Se constituye a través de varios procesos neuro-motrices, afectivos, etc. Toma una importancia relevante en la constitución del esquema corporal, el equilibrio y sobre la predominancia de la lateralidad, permitiendo la diferenciación entre derecha e izquierda.
Al respecto, vale decir que la lateralidad del eje del cuerpo será acorde con el tono del mismo eje y la lateralidad de los miembros, estará en equilibrio con el tono de los mismos. Se puede definir la lateralidad como el dominio de un hemisferios cerebral sobre otro, pero hay que tener en cuenta que éste dominio no es simplemente de los miembros inferiores o superiores, sino que también se manifiesta en el dominio lateral de los órganos de los sentidos, como los ojos, los oídos, etc.
Noción de Cuerpo:
Posee como función primordial la recepción, análisis y almacenamiento de la información que provienen del cuerpo, reunidas sobre la forma de una toma de consciencia estructurada somatotópicamente. (…)
Según Ajuriaguerra (1972), la evolución del niño es sinónimo de concienciación y conocimiento cada vez más profundo de su cuerpo, el niño es su cuerpo, por es a través de él como el niño elabora todas sus experiencias vitales y organiza toda su personalidad.
La noción de cuerpo, noción crítica, singular y plural, asume una invariable postura táctilo-Kinestésica, donde convergen simultáneamente, pero con una contribución particular, los anteriores factores psicomotores de la tonicidad, del equilibrio y de la lateralidad. Se trata de una construcción polifactorial que implica la relación inevitable con el otro y la dimensión geocéntrica del lenguaje. Noción primero intuitiva, de la cual se suministra una auto-imagen sensorial interior, pasa posteriormente a una noción especializada y localizada lingüísticamente.
Estructuración Espacio-Temporal. :
El eje del cuerpo es el lugar de origen de los movimientos si lo considero como receptáculo donde llega la que pasa en el exterior (…) y por otra parte el lugar donde parten las primeras expresiones del niño que son las imitaciones. Éste eje del cuerpo está orientado por la audición y la visión. El eje del cuerpo, en efecto, es lo que por referencia organiza el espacio de acción, es decir el espacio creado por el movimiento.
Para que haya una estructuta, en efecto, hace falta un eje es precisamente en esa relación a este eje de origen (como el sistema de coordenadas) que va a organizar el espacio de acción. (Berges, J. Algunas temas de investigación en psicomotricidad. Conferencia de la Jornada Nacional de la S.F.T.P. 1973.)
El origen de lo temporal, ésta determinado por el tono y los ritmos biológicos, es decir el hambre, el sueño, los ritmos maternos, etc. van estructurando en el niño su temporalidad. De esta forma, vemos como la dimensión temporal está relacionada con las vivencias corporales que el niño tiene con el mundo que lo rodea.
Es importante remarcar que dentro de la noción de tiempo existen dos elementos que la constituyen, a saber; la duración y la sucesión. La noción de tiempo tiene un cráter subjetivos, es decir que el niño cuando realiza actividades placenteras para él, percibirá el tiempo como breve, y por el contrario cuando la actividad es escasa o no agradable, percibirá el tiempo como largo y extenso.
Así mismo en la estructuración de la noción del espacio, de igual forma que la noción de tiempo, el niño deberá experimentar con su cuerpo y sus movimientos el mundo que lo rodea, para luego poder dominar las relaciones espaciales. Se pueden distinguir distintas fases durante la estructuración del espacio:
-Espacio de acción: el niño conquista el espacio familiar donde realiza sus movimientos.
-Espacio del cuerpo: basadas en las relaciones de distancia con referencia a su propio cuerpo.
-Espacio de los objetos: donde el niño puede establecer direcciones, distancias y localizar los objetos con respecto a otros, transfiriendo sus relaciones a un dominio de mayor actividad.
-Espacio proyectivo: donde el niño da cuenta de transformaciones y operaciones en el espacio, en abstracto.
Diccionario de Psicomotricidad Cordoba. 1998. Pag. 70
Tercer Unidad Funcional del modelo de Luria.
Praxia global
Ésta unidad funcional de Luria tiene la función fundamental de, al decir de Da Fonseca, la organización de las actividades conscientes y programación, regulación y verificación. Esta unidad funcional está localizada en las regiones anteriores del córtex, más exactamente en los lóbulos frontales.
Las praxias globales, por comprender actividades motoras secuenciales globales (…), tiene como principal misión la realización y la automatización de los movimientos globales complejos, que se desarrollan en un cierto período de tiempo y que exigen la actividad conjunta de diversos grupos musculares. Se trata de un área ricamente conectada con las estructuras subcorticales de donde parten numerosos ejes que constituyen los sistemas extrapiramidal.
La programación está a cargo del área 6 (zonas pre-motoras) a la que refiere esencialmente la praxia global, áre suplementaria del córtex motor, que actúa como un área secundaria que anticipa o prepara el movimiento propiamente dicho.
La praxia global para ser desencadenada va a exigir la integración y la interacción de la primera y de la segunda unidad funcional del modelo luriano. Para que se cumpla esta efecto, va a llamar a la tonicidad y al equilibrio, poniendo en juego la combinación minuciosa del tónus de la profundidad con el de la superficie, eliminando la presencia de cualquier sinergia onerosa y la sincronización de sistemas extrapiramidales, cerebelosos y vestibulares, que aseguran la estabilidad gravitatoria necesaria. Reclama por otro lado, la coordinación de la lateralidad, de la noción del cuerpo y de la estructuración espacio-temporal para armonizar el espacio intracorporal con el extracorporal y, por último, la función de decisión, regulación y verificación para materializar la intención y conseguir el fin, que estaba exactamente en su origen.
Praxia fina
Como ya señalamos anteriormente, la praxia fina constituye la tercer y última unidad funcional de Luria, que se encuentra localizada en las regiones anteriores del córtex, esto es, en los lóbulos frontales.
La praxia fina integra, de echo, todas las consideraciones y todas las significaciones psiconeurológicas ya expuestas en la praxia global. Integra todos sus parámetros a un nivel más complejo y diferenciado, ya que comprende la micromotricidad y la pericia manual.
La praxia fina por comprender tareas motoras secuenciales finas, está más relacionada con el área 8, que de acuerdo con el modelo de Luria, está adscrita a la función de coordinación de los movimientos de los ojos durante la fijación de la atención y durante las manipulaciones de los objetos que exigen control visual, más allá de acabar las funciones de programación, regulaciones y verificación de las actividades prensivas y manipulativas más finas y complejas. (…)
La mano, que traduce el enfoque central de la praxia fina, se transformó en términos antropológicos, en un mejor y más eficaz medio de exploración del mundo exterior, y también del propio cuerpo, permitiendo el reconocimiento de los objetos por la textura, peso, forma, temperatura, etc. Paralelamente se convirtió en un instrumento de prensión, fuerte y preciso, posibilitando la manipulación de pequeños objetos.
La mano como órgano de apropiación y relación con el exterior va a ser un dispositivo fundamental para el desarrollo psicológico del niño. En el ser humano, tanto filogenética, como ontogenéticamente, la mano asume la función de construccion, de transformación y de fabricación, surgiendo como instrumento corporal privilegiado y materializado de la evolución cerebral (Fonseca, 1982).
Da Fonseca, V. “Manual de observación Psicomotriz. Significación psiconeurolígica de los factores psicomotores. Edición IND