Esquema Corporal
El Esquema Corporal es el conocimiento del propio cuerpo del niño, la toma de conciencia de las partes que lo constituyen, de sus posibilidades y limitaciones (Sena, 1991). Según Le Boulch (1979), el Esquema Corporal es la intuición global o conocimiento inmediato del propio cuerpo ya sea en reposo o movimiento, en función de la intenelación de sus partes y de la relación con el espacio y objetos que nos rodean. Para Zapata y Aquino (1983), se entiende por Esquema Corporal aquellas representaciones mentales que tenemos de nuestro propio cuerpo.
Podemos determinar, por tanto que el Esquema Corporal es el conocimiento de las partes del cuerpo y la toma de conciencia de ellas, con el objeto de desenvolvernos con armonía en el espacio que nos rodea y en relación con nuestros iguales. Como bien dice Wallon, se trata del resultado y al mismo tiempo del requisito de una ajustada relación entre el individuo y su medio (Tasset, 1980).
Entre los objetivos que pretende el desarrollo del Esquema Corporal podemos citar:
– Localizar los distintos segmentos corporales de uno mismo.
– Aprender la denominación de cada segmento o parte corporal.
– Localizar los distintos segmentos corporales en el compañero.
– Aprender las funciones de cada parte o segmento corporal.
– Aprender a observar.
– Aprender a sentir mejor el cuerpo.
– Desenvolvemos con armonía y precisión en el espacio circundante.
ETAPAS DE ESTRUCTURACIÓN DEL ESQUEMA CORPORAL
El esquema corporal se construye progresivamente, estando su desarrollo ligado al desarrollo motor y rigiéndose por las leyes de maduración, como la ley cefalocaudal, que dice que el desarrollo se produce desde la cabeza hacia las extremidades y la ley proximodistal, que dice que el desarrollo se produce partiendo del eje corporal hacia fuera.
Según Ferrándiz, las etapas por las que pasa el niño/a hasta tener un correcto conocimiento de su cuerpo son:
– Periodo de 0 a 3 meses: la actividad del niño se centra en movimientos reflejos que serán los primeros indicios al esquema corporal. La zona oral será la de mayor significación encontrándonos con los automatismos innatos, todos ellos necesarios, como por ejemplo el reflejo de succión. Es la etapa denomina “cuerpo paciente”.
– Periodo de 3 meses a 1 año: Aparece la primera regencia visual de su cuerpo, que será visión de la mano. Durante este periodo se produce el paso de la postura horizontal a la vertical, comenzando así la etapa denomina “cuerpo vivido”.
– Periodo de 1 a 2 años: Continua la etapa del cuerpo vivido. Aparece la marcha que será el instrumento de descubrimiento del mundo. El niño diferencia su cuerpo de los objetos y se inicia en la lateralización.
– Período de los 2 a los 3 años. El niño/a empieza a conocer y nombrar verbalmente casi todas las partes de su cuerpo. Sabe lo que es ponerse de frente, de espaldas y de lado.
– Período de los 4 años. El niño/a se da cuenta de que existen dos partes en su cuerpo, derecha e izquierda, pero no conoce su localización. Incorpora a su conocimiento algunos elementos más de su cuerpo (codo, rodilla, cejas,…)
– Período de los 5 a los 7 años. Aumenta la discriminación perceptiva, se desarrolla el control postural y respiratorio, se afirma la lateralidad y se independizan los brazos respecto al tronco.
– Período de los 7 a los 12 años. La elaboración del esquema corporal en esta etapa incluye la representación mental del mismo. Se toma conciencia de los diferentes segmentos corporales y se adquiere progresivamente la estructuración espaciotemporal. En primer lugar se logra la orientación de uno mismo, después la de los otros compañeros y por último la de los objetos.
Hemos de observar que a los 11-12 años el esquema corporal se completa, pero en ningún caso termina su desarrollo. Su reconstrucción será necesaria debido a los cambios que experimenta el cuerpo del sujeto a lo largo de la vida.
Recopilación : GIPEM