Descubren un Elemento Nuevo en el Proceso Auditivo
Investigadores del MIT han descubierto un mecanismo de la audición que cambia de manera fundamental el conocimiento actual de la función del oído interno. Este nuevo mecanismo podría ayudar a explicar la notable habilidad del oído de percibir y discriminar los sonidos. El descubrimiento podría llevar en el futuro a la creación de sistemas muy mejorados para restaurar la audición.
Dennis M. Freeman, Roozbeh Ghaffari y Alexander J. Aranyosi han encontrado que la membrana tectorial, una estructura gelatinosa dentro de la cóclea del oído, es mucho más importante para la audición que lo estimado anteriormente. Puede recoger y transmitir selectivamente la energía a diferentes partes de la cóclea por medio de una clase de onda diferente de la que se asocia normalmente con la audición.
Desde hace más de medio siglo, se sabe que dentro de la cóclea las ondas de sonido se traducen en ondas que viajan a lo largo de una estructura denominada membrana basilar. Pero los autores de la nueva investigación han encontrado ahora que un tipo diferente de onda también puede transportar energía sónica. Esta onda se mueve a lo largo de la membrana tectorial situada directamente sobre las células pilosas sensoriales que transmiten los sonidos al cerebro. Se supone que este segundo mecanismo de onda desempeña un papel crucial en llevar las señales del sonido a estas células pilosas.
En pocas palabras, el oído puede traducir mecánica e instantáneamente los sonidos en dos tipos diferentes de onda. Estas ondas pueden interactuar para excitar las células pilosas y reforzar su sensibilidad. Las interacciones entre estos dos mecanismos de ondas pueden constituir una pieza clave del proceso que nos permite oír con tanta fidelidad, por ejemplo para saber cuándo un instrumento específico en una orquesta está desafinado.
La membrana tectorial resulta difícil de estudiar porque es pequeña (su longitud total podría acomodarse dentro de un cabello humano de apenas 3 centímetros de largo), es frágil (un 97 por ciento es agua, teniendo por eso una consistencia similar a la de una medusa) y es casi transparente. Además, las vibraciones del sonido producen desplazamientos nanométricos en las estructuras de la cóclea para las frecuencias de audio.
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