CONTROL POSTURAL- EQUILIBRIO EN PROPIOCEPCION
Definiciones de propiocepción:
La propriocepción es el sentido que informa al organismo de la posición de los músculos.
La información es transmitida al cerebro desde pequeñas porciones de fibras nerviosas que se hallan en el interior de los músculos y que actúan como diminutos resortes sensibles.
Sin la propriocepción seríamos incapaces de movernos en la oscuridad o de percibir la posición de nuestras extremidades.
La propiocepción es el sistema por medio del cual el individuo percibe la posición y el movimiento de los diferentes segmentos corporales.
Una mano en contacto con otra, un cambio de postura controlado y realizado con alguna intención especial, tomar contacto con algún objeto que atrae nuestra atención, son acciones que resultan estimulantes para nuestro cuerpo. Más allá de que tales actos nos permitan ponernos en contacto con lo que nos rodea, no menos importante es el caudal de información que nos aporta sobre nosotros mismos. (*)
Concepto: </>
La interacción con el entorno nos permite encontrar los límites entre éste y nuestro cuerpo. De esta manera contorneamos nuestra figura, asumiendo conciencia de cuerpo y también de sus posibilidades de interacción con el medio.
Aquellos juegos en los que se tiene especial cuidado en el control sobre un objeto, sobre las posturas que se adquieren, o sobre los movimientos rítmicos que se realizan, son los que actúan de manera especial sobre la propiocepción.
Teniendo en cuenta que el propio conocimiento del cuerpo permite utilizarlo de manera cada vez más eficiente en las acciones que se emprenden, se puede deducir que estos juegos podrían favorecer el buen desarrollo físico de los niños.
Si analizamos particularmente algunos de los temas que desarrollamos en este curso, descubriremos ciertas pautas a través de las cuales podremos inferir cuáles otros temas incluidos en este trabajo u otros que conocemos o forman parte de nuestro repertorio habitual de juegos, poseen estas mismas cualidades como estimuladores de la conciencia corporal:
En el tema Ladrillo a ladrillo, las manos de los participantes se ponen en contacto, sienten su calor, su textura, y se acompañan en un movimiento acompasado y controlado para no perder el contacto. Esta acción estimula de manera particular los propioceptores de este segmento del cuerpo, dado que esa información es necesaria para poder lograr la actividad. Al mismo tiempo, se cambia gradualmente de la posición de cuclillas a parado, ejerciendo una presión diferente durante este movimiento en las rodillas y tobillos, y estimulando con el movimiento, el control del equilibro en el cambio de postura. Para lograrlo, intervienen los receptores articulares y musculares, el sistema vestibular (que denuncia el movimiento), y la vista (que calcula la trayectoria recorrida), llevando al cerebro la información necesaria para que éste administre la energía con la que se realizará la acción motora.
Conocer cómo funciona este complejo sistema nos permite reflexionar sobre lo interesante que sería experimentar este juego, una vez aprendido el “Ejemplo A”, con los ojos cerrados. De esta manera, al cerrar una de las entradas de información, los propioceptores se verán obligados a estar más alertas a la información recibida y lograremos estimularlos más aún. Incluso, se podría ir bajando el volumen del estímulo sonoro de la canción para experimentar hasta qué punto, a través de la audición interior y las sensaciones propioceptivas, es posible llegar a tiempo al final del juego.
Este tipo de experiencias que requieren tanta concentración, son ideales para realizar con alumnos de 9 años en adelante, edad en la que por otra parte, debido a su acelerado crecimiento, siempre es importante trabajar la noción de cuerpo, dado que permanentemente tal noción se está reconfigurando, reacomodando de acuerdo al crecimiento.
Pero pasemos a otro modelo de juego, en el “Ejemplo B” del tema de los esqueletos, ante el estímulo del movimiento de la soga, el niño reacciona en consecuencia saltando en el momento justo. La repercusión rítmica de las articulaciones en el salto se percibe como un estímulo que ordena la secuencia de acción y reacción entre cada salto. En esto también tiene su importancia el sistema propioceptivo. Su estimulación a través de este tipo de actividades permite desarrollar los reflejos del niño y en consecuencia mejora la eficiencia de sus movimientos. Esto también es competencia propioceptiva.
Hemos dado dos ejemplos; pero en realidad en toda acción motora la propioceptividad está involucrada. Si revisáramos las imágenes correspondientes a los diversos temas de este segmento, podríamos ir deduciendo de qué manera la propiocepción es trabajada en cada caso (a través del movimiento, la manipulación, el contacto entre personas y con objetos….) Te proponemos que sigas con esta reflexión y evalúes tus propias estrategias didácticas bajo esta mirada.
Por último, queremos destacar que, de acuerdo a lo afirmado por diversos especialistas, estimular la propiocepción en niños en desarrollo les ayuda a mejorar su fuerza, equilibrio, coordinación, y tiempo de reacción ante situaciones determinadas. </>
Si consideramos el cúmulo de acciones motrices que se proponen a un niño, por ejemplo, en el momento de enseñanza de la escritura, podemos comprender la cantidad de cuestiones propioceptivas que entran en juego y qué importante es, para estos niños, llegar al abordaje de la escritura con una buena noción de su esquema corporal y un apropiado control de sus posturas.
(*) La totalidad del cuerpo posee una compleja red de receptores que informan al cerebro qué es lo que el cuerpo siente. Son los propioceptores. Una información muy importante que los propioceptores nos brindan, es aquella referida a la posición en la que se halla el cuerpo. Precisamente nuestro control postural depende en parte de la información que reciben los propioceptores, el sistema vestibular, la vista entre otros receptores.
Recopilación de María Teresa Moglia