Cómo suena cada rincón del mundo
Cuando deambulamos por las calles encontramos cientos de sonidos que nos envuelven hasta convertirse en una melodía, en un gran concierto. A estos sonidos circundantes de nuestra realidad se les conoce como paisaje sonoro. El concepto se ha internado en los ámbitos académicos de la música, la comunicación, la arquitectura y el arte. Murray Schafer, su creador, lo define de la siguiente manera: “Denomino paisaje sonoro al entorno acústico, y con este término me refiero al campo sonoro total, cualquiera que sea el lugar donde nos encontremos.”[1]
¿Se ha preguntado usted a qué suena México? ¿Cuál es la identidad sonora de nuestro país? ¿Cuáles son los sonidos que rodean su casa, su escuela, el jardín, las calles? ¿Todavía se acuerda del silbido de la plástica armónica del afilador de cuchillos? ¿O los sonidos provenientes de los carros de camotes y helados? Cuando deambula por la calle, con cuántos sonidos se encuentra: los del tráfico, los pregones de los vendedores ambulantes, al voceador de periódicos; el anuncio del gas, la campana del carro de basura. En sus visitas al Centro Histórico de la Ciudad de México se ha tropezado con el concierto de las campanas de la catedral, el baile de los danzantes prehispánicos, las cornetas y los característicos sonidos de la ceremonia de izamiento de bandera. Al pasar por Garibaldi, qué ritmos se han filtrado por sus oídos: los del mariachi, los norteños, huastecos o los soneros veracruzanos, o quizá la marimba chiapaneca.
Banda sonora
Estos iconos sonoros se convierten en una sinfonía acústica: identidad de los habitantes del Distrito Federal. Pero es necesario preguntar: ¿los sonidos no han cambiado de una época a otra? ¿Nuestra escenografía sonora es la misma que tuvieron las personas del siglo XIX o de los años veinte, sesenta y noventa del siglo pasado? ¿Cuál es la banda sonora de México?
Lamentablemente muchos sonidos propios de la identidad mexicana se han perdido y otros están en peligro de extinción; rescatarlos y preservarlos es una de las funciones de la Fonoteca Nacional, que bajo la dirección de Lidia Camacho, en colaboración con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), organiza el Foro Mundial de Ecología Acústica: Megalópolis sonoras del 23 al 27 de marzo. Este encuentro, explica la creadora de la Bienal Internacional de Radio, “formulará los retos y desafíos que presentan las grandes ciudades en torno a los problemas ambientales, desde diversas perspectivas como la arquitectura, el diseño urbano, el cuidado y preservación de los sonidos en peligro de desaparición, la planeación de ambientes sonoros saludables y equilibrados, la manera en que los entornos acústicos modifican las conductas de los habitantes de las ciudades y las estrategias que deben seguirse para crear conciencia del entorno sonoro y una preocupación necesaria por su cuidado y diseño”.
¿Cuál es la relevancia para México ser sede del Foro de Ecología Acústica?, preguntamos a Lidia Camacho en su oficina de la Fonoteca Nacional, ubicada en Francisco Sosa 383, en pleno centro de Coyoacán. “Por primera vez se lleva a cabo en un país de América Latina. Este foro fue creado en Canadá; se ha efectuado en Alemania, Australia, Inglaterra, Finlandia, Estados Unidos, Japón, y en esta ocasión corresponde a nuestro país. Lo relevante de este hecho es que en 2006 se estableció el Foro Mexicano de Ecología Acústica, y para dar continuidad al proyecto es que organizamos el Foro Mundial, un espacio dedicado a la discusión y divulgación de la ecología acústica mexicana.”
La identidad sonora
Los sonidos que marcan la identidad acústica de México se traducen en su lenguaje verbal, en su música y los ruidos del entorno. Podríamos decir, comenta Camacho, que “son aquellos que nos caracterizan y nos hacen únicos. A nivel internacional nos identifican con el mariachi, pero después de haber elaborado los paisajes sonoros de Michoacán y Chiapas encontramos que nuestro país es un caudal de sonidos propios de cada región. No debemos olvidar que México es un país eminentemente sonoro”.
¿Se ha usted preguntado si existe alguna diferencia en cómo y qué escuchamos los mexicanos frente a los habitantes de Alemania, Bosnia, Macedonia o Irán? ¿Son iguales los sonidos en las sociedades democráticas en relación con los países en conflicto? ¿Qué sonidos están contaminando el ambiente? ¿Los ruidos son negativos? Temas como éstos exigen reflexión y análisis, y el Foro abrirá sus puertas a expertos de diversas disciplinas (la música, el arte, la tecnología, la ingeniería, la antropología) para dialogar al respecto.
El músico canadiense Murray Schafer, creador de conceptos como paisaje sonoro y autor del libro Hacia una educación sonora estará presente para impartir la conferencia Nunca he visto un sonido, y el tutorial Hacia una cultura del escucha, a partir del supuesto de que no es posible comunicarse si no se sabe escuchar. Otros ponentes son: Derrick de Kerchehove, director del Programa McLuhan de Cultura y Tecnología, y el también investigador estadunidense Barry Blesser; Sabine Breitsameter, de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Darmstadt, Alemania; Christian Hugonnet, presidente de la semana del sonido de Francia. Por parte de México estarán Antonio Russek con su obra Música del desierto, Ariel Guzik y Manuel Rocha con las conferencias La nave narcisa. En busca de contacto con los ancestros que emigraron al mar y Estructura y percepción psicoacústica del paisaje sonoro electroacústico, respectivamente.
–¿Qué se pretende con este Foro, qué se le quiere dejar al público que asista?
–Queremos sembrar muchas inquietudes en la gente que asista, que haya conciencia de la importancia del sonido y de la ecología acústica. Pero también esperamos que sea un semillero para las reflexiones, y punto de partida para la generación de líneas de investigación en la universidades. El sonido debe ser estudiado en toda su complejidad desde el punto de vista científico y estos son los primeros pasos para lograrlo.
Además de mesas redondas y conferencias, habrá conciertos, una caminata sonora y tutoriales. El Foro Mundial de Ecología Acústica, Megalópolis sonoras (Identidad cultural y sonidos en peligro en extinción) se celebrará del 23 al 27 de marzo en la Fonoteca Nacional. La entrada es libre y todas las actividades son gratuitas, excepto los tutoriales.
Los sonidos no se frenan nunca. Construyen paisajes sonoros que sumados dan vida a una sinfonía de ciudades.
Graciela Martínez Matías No. 109, Marzo 2009 [1] Murray Schafer, Hacia una educación sonora, México, Conaculta-Radio Educación, 2006.
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